Bien, pero no muy bien. Como dicen. En realidad, más contextual: Buen… viento, pero no grande. Para la Juve, que está en un decepcionante empate: quinta en el campeonato. Y no es la primera vez que ocurre en un juego que en teoría debía ser considerado más que asequible (pensemos en Crotone) o en el que se podría haber esperado algo mejor (Verona en casa).

La moraleja del cuento es que la clasificación de los campeones italianos sigue siendo muy estrecha: sólo 17 puntos y un quinto puesto/zona europea que corren el riesgo de desvanecerse de aquí al final de la novena jornada del campeonato.

Y está bien que Ronaldo no estuviera allí, pero… Pero se quedó en casa, el portugués, no fue a jugar con Benevento. Benevento aplaudía de todas formas: el buen Inzaghi, el bueno de sus hombres que daban poco y se atrevían a mucho.

Ventaja blanca y un merecido empate.
Bianconeri en el campo con la clásica escritura iridiscente. Frente a Szczesny, una defensa de 4 hombres con Cuadrado, Danilo, De Ligt, Frabotta; en el mediocampo Chiesa, Arthur, Rabiot, Ramsey detrás de Dybala y Morata. La defensa 4-4-2, sin embargo, en posesión del balón se desliza hacia un 3-4-2-1 (Dybala y Ramsey en tres cuartos) con el objetivo de favorecer la inserción del exterior, la búsqueda de la profundidad, la búsqueda del ancho.

El Benevento replica más cubierto (pero no renunciado), y se centra en la densidad y la compacidad especialmente en el medio: Hetemaj, Schiattarella, Ionita pero también Improta y Caprara se mueven y presionan, esperando la oportunidad de un rápido reinicio. Los jugadores de Campania no se rinden e intimidan, en resumen: al contrario, ponen un poco de ansiedad en el 7′ (la retirada precipitada de Cuadrado sobre Szczesny) y en el décimo, cerrando el Juventus en el córner (en el sentido del fútbol, en el córner: dos consecutivos).

Sin embargo, son los Bianconeri, como previsión y linaje, los que se manejan y se hacen peligrosos. Chiesa es buena atacando espacios, Ramsey intermitentemente tratando de hacer lo mismo en el lado opuesto. La primera ocasión peligrosa en el 13′, con Montipò que se zambulle delante de Chiesa. De nuevo el antiguo protagonista violeta en el 21′, aunque en versión sugerente: desde la derecha, sirve en el lado opuesto Morata que controla bien y desorienta a Ionita hasta que encuentra el espacio para la diagonal ganadora.

Uno a cero. La Juventus sigue apostando por la posesión y la rotación del balón, pero hay que reconocer a los anfitriones el mérito de no romperse y no rendirse. Hay un golpe y una respuesta de caídas en el área en la que el árbitro suelta (por Lapadula y por Dybala en diez minutos). Está la paratona de Szczesny, en picada, en Schiattarella en el minuto 48 y está, con un puñado de segundos por delante, el merecido empate de Benevento: Letizia sobre la marcha se aprovecha de la falta de compromiso de Arturo, por decir lo menos.

Por sports

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